A sus 12 años, Lisandro es una inspiración en las pistas de skate de San Juan. Desplazándose con una habilidad que deslumbra a todos, practica intensamente para llegar a los Juegos Evita y competir en torneos de alto nivel. «Nunca me detuve a pesar de mi condición», dice con una sonrisa, dejando claro que su determinación es más fuerte que cualquier desafío.
Nacido sin su pierna derecha debido a una condición congénita, Lisandro no permitió que eso lo frenara. Primero fue el fútbol en Unión, cuando usaba una pierna ortopédica. Pero hace unos meses, el skate se convirtió en su verdadera pasión. Inicialmente, la patineta fue su solución para trasladarse, ya que la silla de ruedas era incómoda y la prótesis le quedaba chica. Pronto, ese medio de transporte ágil se transformó en su deporte.

Su madre fue fundamental en este recorrido. Un día lo llevó “engañado” a la pista de Capital, creyendo que iban a una plaza. Allí, Lisandro se encontró con rampas y estructuras que no tardó en conquistar. “Empecé el verano pasado a venir a la pista, y me encanta la adrenalina. Los trucos y la velocidad me ayudan a liberar el estrés y me mantienen activo”, explica Lisandro, entusiasmado.
El chico ya ha tenido su primera experiencia en competencias con «Lagartija Dorada», un evento local, y ahora sueña con representar a San Juan en los Juegos Evita, y más adelante, en torneos internacionales. «El skate pasó de ser un hobby a un deporte», comparte. «Nunca me avergoncé de mi condición. A quienes estén en mi situación, les digo que se animen y sigan haciendo deportes», agrega Lisandro, demostrando que la verdadera fuerza viene del corazón.
En cada salto y cada giro, Lisandro muestra que no hay barreras para sus sueños. A medida que sigue perfeccionando sus habilidades en la pista, su historia se convierte en un símbolo de perseverancia e inspiración para todos los que lo ven.
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