Tres efectivos de la Comisaría 9ª asistieron a una vecina que entró en trabajo de parto en su casa. La bebé nació sana y fue llamada Laila Olivia.
Lo que parecía una guardia rutinaria se convirtió en una experiencia inolvidable para tres policías cauceteros que asistieron un parto en plena madrugada.
El hecho ocurrió en una vivienda de Caucete, cuando Ramiro Amaya llamó desesperado al 911 porque su pareja, la señora Castro, de 39 semanas de embarazo, había iniciado el trabajo de parto.
Los primeros en llegar fueron los cabos Mariana Gómez y Cintia Ruarte, junto al agente Cristian Ochoa, quienes se encontraron con la mujer ya en la etapa final del alumbramiento. Ante la urgencia, se comunicaron con el servicio de emergencias 107, que les dio instrucciones por teléfono para asistir el nacimiento.
Con nervios pero también gran compromiso, los efectivos ayudaron a la madre, contuvieron a la familia y siguieron cada indicación. A las 3:58 de la madrugada, la bebé nació: pesó 3,300 kilos y fue bautizada como Laila Olivia Amaya. Los policías cortaron el cordón umbilical y envolvieron a la recién nacida en una manta.
Minutos después llegó la ambulancia del 107, a cargo del doctor Rolando Luna, quien verificó que tanto la madre como la niña estaban en buen estado. Fueron trasladadas al Hospital César Aguilar, donde la doctora Alicia Villalobos completó la atención médica.
Según confirmaron desde el hospital, madre e hija evolucionan perfectamente.