El caso que conmocionó a San Martín está a punto de esclarecerse. La investigación sobre la agente de policía que recibió un disparo en la mandíbula dio un giro inesperado: las pruebas periciales indican que la mujer se autoagredió, descartando la hipótesis inicial de un intento de femicidio.
Así lo confirmó el fiscal del CAVIG, Eduardo Martínez, en una entrevista radial, donde explicó que los indicios recolectados refuerzan la teoría del intento de suicidio. En un primer momento, las sospechas recayeron sobre su expareja y la hermana de este, quienes fueron detenidos tras el hecho. Sin embargo, ahora podrían recuperar la libertad en las próximas horas.
Las pruebas clave que cambiaron la investigación:
🔸 Restos de pólvora en la mano izquierda de la policía, lo que indicaría que ella misma accionó el arma.
🔸 El casquillo del proyectil fue hallado entre sus ropas.
🔸 Los detenidos no tenían rastros de pólvora ni sangre en su ropa.
🔸 El hombre tenía plomo en sus manos, pero se cree que proviene de su trabajo en el cementerio municipal.
Además, dos testigos aseguraron que la expareja y su hermana ya no estaban en la vivienda cuando se escuchó el disparo. Si sus declaraciones coinciden, el fiscal pedirá la inmediata liberación de los acusados.
El hecho ocurrió el martes 4 de marzo al mediodía en una casa de San Martín. La oficial fue encontrada gravemente herida frente a su domicilio, boca abajo y rodeada de sangre. Desde el Hospital Rawson informaron que se encuentra estable, aunque sigue bajo observación médica.